lunes, 24 de agosto de 2009

Nostalgia

Actualmente en una fiesta se registra todo, parece una inspección judicial, no hay momentos desapercibidos, pero al mismo tiempo, no se le da importancia a lo verdaderamente digno de recordar, al final, 1 giga de imágenes que se postean, pero que nunca se imprimen. Con la introducción de las cámaras digitales, cualquiera es capaz de tirar 30 tomas de un atardecer sin preocuparse por la exposición o el enfoque, ya no digamos del revelado, un proceso tan laborioso como mágico. El cuarto oscuro se ha quedado en el camino para los fotógrafos de ocasión, porque a pesar de que la tecnología nos ha provisto de los medios necesarios para imprimir en papel fotográfico las imágenes desde la oficina o en casa, hay quienes aún no se resignan a renunciar al placer de ver cómo la imagen va apareciendo luego de lavarla en las soluciones químicas que transforman la película en negativo. Y aunque la cámara Polariod se saltaba el cuarto oscuro, los 60 segundos que había que esperar para ver la imágen capturada compensaban la curiosidad y procuraban el mismo grado de excitación.

"Cuando tenemos miedo disparamos, pero cuando sentimos nostalgia hacemos fotos"

"La cámara transforma a cualquiera en turista de la realidad de otras personas, y a la larga, de la propia".




No hay comentarios:

Publicar un comentario